lunes, 3 de octubre de 2011

El amor

El amor llegó a las diez y se fue a las seis

volvió al otro día en una tasa de café

en una sonrisa tierna

en una mirada perpleja

en el canto que se deja

detrás de una pequeña puerta.

El amor llegó de improviso en la palabra suelta

que graciosa salió de unos labios

cándidos e inquietos

ligeros y bellos

inocentes y tiernos

entre risas y frases sueltas

El amor apareció en medio de un sueño sentido

que doblegó al mendigo

que juntó las manos

que trajo la alegría

cuando el sueño se hizo vida

El amor llegó en los sones de una guitarra

que unas manos mágicas, traviesas, zalameras

dejan en el corazón de los viajeros

en sellos de lienzo

en recuerdos inéditos

en festejos cuando invade el invierno.

El amor llegó después que todo se deshizo

en una travesura que silencio el alma

de mentes perplejas

de lágrimas sueltas

en noches de vela

jueves, 25 de agosto de 2011

Movimientos


La tarde esta gris
tal vez la mía
suele suceder
cuando una nube tapa el sol
suele suceder
en la tarde de la tarde.
Huele a sombra
a recuerdo
a noche
a insomnio.
Suele suceder
a una hora
la de siempre.

*
Salio el sol
la nube permanece
amanece eso creo.
Ocultas las asombras
en arreboles
que se esfuman
espero el calor de la vida.
Vuelvo a la luz
confundido en ella
viajo a mi mundo
descuriéndome en tu rostro.

*
Quise verte
apareció la nube ocultándote
ocutándome tal vez
nos topamos sin mirarnos
desde la extrañeza de los rostros.
Debilitado el sol por la oscuridad
dejaba los reflejos de movimientos corporales
venían tal vez, yo iba no lo se
era la proximidad o el distanciamiento
la cercanía nada resuelve
cuando se es extraño.
La nube estaba ante el sol mañanero.

jueves, 30 de junio de 2011

¿Qué te hiciste corazón?


Descubrí tu ausencia en la sombra que me fue oscureciendo

en un violento desgarro, en un eco lastimero.

Sólo me dejaste con tu nombre entre mis dedos

en esa tinta dorada que de rojo se fue tiñendo.

¿Qué te hiciste corazón que a poco me estoy muriendo?

Te veo en el horizonte y te escucho en el silencio

te siento entre las aguas que arrullan mis pensamientos

o entre la brisa que pasa dejando un amable cuento.

Despierto y no te veo, al cerrar los ojos contemplo

esa tu risa lejana y esos tus hermosos crespos.

¿Qué te hiciste corazón que a poco me estoy muriendo?

Dejaste tu espacio vacío confundiendo mis sentimientos

en gritos que se apagaban antes de tocar el viento.

Agitado por tu ausencia los latidos iba perdiendo

y a pocos el final acosaba los recuerdos.

Lágrimas se dejaron ver al mirarte en el espejo

quise coger tu rostro, era un fantasma travieso

que apareció para irse de nuevo a un mundo ajeno.

¿Qué te hiciste corazón que a poco me estoy muriendo?

Estoy sólo como al principio antes de entrar en el tiempo

y la vida se hizo vida cuando apareciste en un sueño

no sabía quien eras en medio de mis desvelos

y en un beso que dejaste la risa surgió en mi cuerpo.

¿Quién eras? – preguntaba a quienes venían de lejos

todos decían lo mismo aumentando los enredos.

Estoy mirando el ocaso y de él soy prisionero

contemplo mi porvenir y nada claro yo veo.

¿Qué te hiciste corazón que a poco me estoy muriendo?


Te dejé mi corazón

Te dejé mi corazón, te lo llevaste

y me quedé sin el tuyo esperándote

sentado en una butaca del parque

te estuve mirando, no llegaste

me hacia falta mi corazón para amarte.

Te entregué todo, hoy me hace falta

volver a ser yo mismo para pensarte

sintiendo el aroma de la vida

en tu fresco rostro y en las palabras ligeras

que fluyen como cantos golondrinos.

Te dejé mis sueños y sollozos

mis risas mirando tus ojos

te llevaste todas mis pertenencias

y te fuiste quedando sin mi y sin ti

loca tarde de encuentro y despedida

dejando de ser yo mismo.

Te dejé mi corazón, te lo llevaste

me hace falta mi corazón para amarte

martes, 28 de junio de 2011

Llegaste

Llegaste a mi cuarto no se cómo

en esa oscuridad que hechiza

te sentaste en mi cama y me miraste

con la sonrisa de siempre

la que me confundió una mañana de sol

mirando el mar en la playa

Afuera detrás de la ventana llovía

su sonido me refrescaba

la brisa que por la rendija entraba

acariciaba mi cara.

Miraba las blanquecinas paredes de mi cuarto

Estabas ahí

no sé como entraste

y te sentaste en el quicio de mi alma

donde te esperaba en mis sueños

con tu vestido de siempre

con tu risa de siempre

con ese tu rostro que me atrapó en una esquina

y me obligó a seguirte

Te dije: ¡hola! –no me escuchaste

me mirabas como siempre lo habías hecho

así lo recuerdo

desde que te vi por vez primera

dejando tu canto en sensaciones

que me obligaban a mirarte.

La noche era la noche pero estabas ahí

entraste no sé como

atravesando los muros de adobe negro

de adobe blanco

de adobe fresco

cogiste mi corazón lo limpiaste

volviendo a su movimientos vitales.

Despierto o dormido no me daba cuenta

noche de insomnio

noche de vagos recuerdos

noche de dudas y de ausencias

noche de sueños letales.

Cogiste mis manos me diste un beso y te marchaste

atravesando los muros de adobe negro

de adobe blanco.

de adobe blando

El cristal

Te miraba, me mirabas, sonreías
detrás del cristal.
Levantadas las manos, las movías
saludando o despidiendo
no lo sé, en un eco silenciado
detrás del cristal
levantado como un muro fantasma
por una ninfa celosa
que cruzó el bosque.
Reías
en una presencia
que se escurría
dejando en aquella cortina invisible
tu silueta huidiza
replegando los sentimientos
detrás del cristal.
La palabra tropezó con lo indecible
y el escenario guardó el silencio
volviendo a mi mismo
cuando tu presencia dejo de serlo
detrás de un cristal
que como muro invisible
nos hizo ajenos
extraños
lejanos.
Levantadas las manos
las movías
saludando o despidiendo
no lo sé
quisiera saberlo
entre aquellas miradas
que a poco silenciaban los recuerdos.
Una imagen suelta detrás de una muralla invisible
me miraba, nos mirábamos
tensos
ilusos
perplejos
silenciosos
dejando en el cristal la palabra, los sueños.
II.28.09

viernes, 13 de febrero de 2009

Mas allá…

Mas allá de ti, te conocí

mas allá de tu figura

mas allá de tu presencia

mas allá de tus palabras

mas allá de la locura de tu hechizo

que me sustrae de mis mismo.

Mas allá de ti, te conocí

en el resplandor que dejabas a tu paso

en la perplejidad de tu mirada

en el aroma de tu ser

en tus confusas pisadas

en tu voz asustada por una conjetura

que transformada en lágrima

humedecía tus mejillas.

Mas allá de ti te encontré

en la soledad

en el silencio

en tus quejidos solitarios

en las búsquedas inciertas

en la sequedad de tu corazón

en la belleza que querías ocultar

sin darte cuenta

en la ternura apagada por la ironía

en la bondad deshecha por injusticias.

Te conocí donde no te conocías

Y te abrasé por siempre.


Ernesto Blandòn Rey


(One whith the sea - luis montemayor. tomado de http://www.flickr.com/photos/luismontemayor/1572975941/)


one with the sea